Crónicas de un comensal

Hoy yo estuve a punto de comer en el nuevo comedor, pero como dices, demoraba mucho la cola así ke tuve ke irme sin poder verificar la mejora...

Aunke presiento ke el sabor de la comida no ha variado mucho... lo ke me recuerda una conversación ke tuve en el primer ciclo con la Prof. Nelly Castillo, acerca del comedor y la comida que servían, en la ke me decía: "el problema akí no se trata de dinero, porque para el comedor se compran las mejoras cosas, los fideos más caros, un arroz de primera.... lo ke sucede es ke existen muchos controles por donde debe pasar lo ke se compra, y en cada uno de ellos siempre se keda algo para su beneficio, es por eso ke finalmente resulta una comida poco sabrosa"

Me pareció ke tenía sentido su comentario y me hizo pensar en ke el problema no radica en cuánto se invierte para los estudiantes, sino en las políticas que se utilizan para administrar lo ke se tiene.

CRÓNICAS DE UN COMENSAL

Son casi las 12:10PM y para variar con hambre, luego de escuchar las clases de Matemática Financiera, salgo rápido rumbo al comedor, no creo que haya mucha gente pensé, es mi primer almuerzo del año, y como está recién remodelado seguro que será una experiencia inolvidable.

Hoy el día esta mejor que nunca un cielo despejado, solcito que quema , pero un momento, me olvidaba de la cola que tenia que hacer, ni modo me tengo que quedar porque me comprometí a escribir sobre el comedor.

Lo cierto es que no fui solo al comedor, fui con mi pata Héctor, son casi la 1PM y Héctor tiene hambre no soporta mas y se va a su casa, de hecho que el almorzará antes que yo. Preferí quedarme, tenía que experimentar como todos los comensales para que mi opinión sea más certera. El reloj marca 1:10PM y recién me dan mi numero en la cola, soy H1 segundo grupo así me dijeron. A seguir esperando y buscar amigos, amigas también, les pregunté si vinieron días antes y si demoraba tanto, me dijeron que empezaban a servir a la 1PM, que alivio.

Menos mal que después de tanto conversar y siendo la 1:37PM pude pasar mi carne por la lectora, así que a coger la mejor charola, y que vengan esos pallares con sarsa criolla con sus dos porciones de pescado, fruta y refresco de maracuyá.

Busco el primer asiento libre, de hecho que había, me animo a preguntarle a una chica de mi mesa que le parecía el comedor, si la comida ha mejorado, me dice que sigue igual, su amiga no quiso hablar me hacia señas estoy comiendo creo que decía, bueno.

No suelo dejar nada de comida y esta vez no fue la excepción, arrase con toda la charola. Creo que me apuro porque sino llego tarde a la chamba, y me faltan resolver los problemas, caballero nomas.

Algo que me llamaba la atención es que había gente que podía pagar su menú (por si acaso lo mio es por un estudio in situ de las condiciones del comedor, aclaro) lo deduzco por su vestimenta, su mochila, sus zapatillas, los celulares que tenían, es cierto que es una apreciación subjetiva pero es un indicio para analizar.

Y esa es la historia del día de hoy, informó para ustedes su corresponsal William Carrillo
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